Graduada en Magisterio.
Miembro del equipo directivo del CEIP, como secretaria, durante un período de dos años.
Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación: Pedagogía.
Coach.
Datos destacados que puedes saber sobre mí:
Sigo siendo la niña que quedó atrapada en las páginas de los cuentos de hadas de los hermanos Grimm, también hipnotizada por las bellísimas ilustraciones, en el exotismo de las más de mil y una noches con Sherezade, en el romanticismo de Goethe… La adolescente que descubrió a Virgilio, Esquilo, a Eurípides… a través de un grupo de teatro clásico (Dionisos) en el que viví momentos inolvidables.
Me fascina el teatro al igual que la mitología, las fábulas, las leyendas…
Ahora sigo enredada entre renglones de tinta, creciendo y buscando las respuestas que en las historias siempre he hallado.
Los relatos me emocionan porque las historias nos convencen desde el corazón, en ellas nos reconocemos, nos motivamos… y pretendo que te muestren de lo que eres capaz, que te narres de mi mano.
Otra de mis grandes pasiones es viajar. Yo misma creé mi logo, es un barco vikingo, mundo que igualmente me seduce. Está cargado de simbología, las ramas de la vela son de olivo, de mi amada tierra, Jaén. Los escudos llevan las siglas MyO, Mar y Ola… y detrás, una pequeña jota plateada, la inicial del nombre de mi hijo.
En mi imaginación estaba ya presto y deseoso de acompañarte, de navegar junto a ti. ¿Me dejas? Llevo prendida en mi estómago la magia de los comienzos.
Si te identificas con mis ideas, pensamientos, valores… quizá puedas mimetizarte en algún aspecto de tu vida y extraer o recuperar el potencial que ya posees, ¡despliega las velas! Nos vamos adónde tú digas. ¿Te gusta leer?…
Es el momento de partir hacia esa persona en la que te quieres convertir, hacia la solución de tu problema, o simplemente hacia el relax y disfrute que tanto te mereces. Hacia el convencimiento de saber quién eres y lo que de verdad deseas, sin más interferencias.
«Si no me preguntan lo que es el tiempo, lo sé, si me lo preguntan no lo sé» decía San Agustín, y es que a veces —sin que nadie nos las pregunte— necesitamos decir o leer nuestras propias ideas para saber que las tenemos y así esclarecerlas, pero hay que detenerse en ello.